La designación de Ligia Hernández como directora del Instituto de la Víctima en Guatemala marcó un intento de revitalizar la institución
Había sido señalada de ser un botín político y de no brindar atención adecuada a las víctimas de violencia.
Sin embargo, la gestión de Hernández fue marcada por la controversia y la persecución política. Fue detenida y condenada por financiamiento electoral no registrado, y finalmente presentó su renuncia irrevocable.
Ahora, la nueva directora, Rebeca González, asume el reto de transparentar la institución y brindar atención adecuada a las víctimas de violencia. González cuenta con experiencia en el ámbito de la justicia y ha sido destacada por su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.
El Instituto de la Víctima ha sido objeto de críticas y controversias en el pasado, especialmente durante la gestión de la exdirectora Alejandra Carrillo, quien fue señalada de corrupción y de no brindar atención adecuada a las víctimas de violencia.
La Fiscalía General del Estado había pedido el cierre de un caso contra Carrillo por presuntas plazas fantasma en el Instituto de la Víctima. Sin embargo, la investigación fue cerrada a solicitud del Ministerio Público, dirigido por la fiscal general María Consuelo Porras.
La nueva directora, Rebeca González, enfrenta el desafío de restaurar la confianza en la institución y de brindar atención adecuada a las víctimas de violencia.
Su experiencia y compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas la convierten en una figura clave para el futuro del Instituto de la Víctima.
Comentarios
0 comment