Se desconoce la causa exacta de la enfermedad pero tiene componentes genéticos, biológicos, ambientales y familiares.
El tratamiento de dicha enfermedad consiste en la utilización de psicofármacos y psicoterapia siendo de vital importancia el plan educacional a la familia.
El tratamiento es de por vida, ya que aunque es una enfermedad que no tiene cura, los medicamentos ayudan a controlar los síntomas predominantes para evitar perder totalmente el contacto con la realidad y el seguimiento psiquiátrico y psicológico ayuda a mejorar la funcionalidad y la calidad de vida.
En algunas ocasiones durante las crisis puede ser necesaria la intervención a nivel hospitalario sobre todo cuando la agresividad pone en riesgo la integridad física del paciente o de las personas que lo rodean o cuando la desconfianza no permite que el paciente acepte la medicación
La intervención médica adecuada y temprana previene el deterioro y mejora la calidad de vida del paciente.
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