
Las más recientes requisas realizadas en distintos centros carcelarios del país han dejado al descubierto una peligrosa y novedosa modalidad delictiva: el alquiler de armas por parte de reclusos a criminales en libertad.
El director general de la Policía Nacional Civil (PNC), David Boteo, explicó que esta práctica fue detectada luego del decomiso de al menos siete armas de fuego en la Granja Modelo de Rehabilitación Pavón el 25 de junio.

Según Boteo, algunos privados de libertad —principalmente pandilleros— alquilan las armas, las hacen salir del penal, y luego las regresan una vez cometidos los crímenes.
Tenemos información de que hay reclusos que permiten el uso de sus armas fuera del penal, por un pago, y luego las devuelven a su escondite”
reveló.

¿Cómo los descubrieron?

El hallazgo fue posible gracias al patrón repetido en diversas inspecciones anteriores. Hace dos meses, también en Pavón, se incautaron 13 armas más. Además, recientemente se decomisaron dos pistolas adicionales en el sector 11 del Preventivo para Hombres de la zona 18.
Boteo advirtió que esta modalidad ya venía operando desde semanas atrás, pero ahora es evidente que se trata de una estructura bien organizada con participación externa.
Refuerzan medidas de seguridad

El jefe de la PNC explicó que se está coordinando con la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) para recuperar el control total de las cárceles, lo que incluye aumentar la seguridad con apoyo del Ejército y controlar el ingreso de visitas con nueva tecnología.
El director de la DGSP, Ludin Godínez, ya había adelantado que buscan acabar con el ingreso de objetos ilícitos y que lograr el control total podría tardar unos dos meses.
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